Servirse un buen chorrito de aceite de oliva virgen extra a voluntad directamente de la botella es un gesto más que habitual en las mesas donde predomina la dieta mediterránea que corría el riesgo de caer en desuso en establecimientos de restauración como consecuencia de las medidas de prevención sanitaria.

La eliminación de elementos de autoservicio tales como botellas de aceite o saleros sobre las mesas, generó muchas dubdas en cuanto a la forma de ofrecer un producto tan esencia en nuestra gastronomía como es el aceite de oliva virgen extra en bares y restaurantes.

A pesar de que los envases monodosis pueden parecer la mejor alternativa, esto no acaban de adecuarse a un producto como el que ofrecen los elaboradores de Oli de Mallorca, ya sea en cuanto a cumplir con sus estándares de calidad como por su compromiso con el medio ambiente y contra el desperdicio alimentario.

Precisamente por eso, es una gran noticia el dictamen de la Conselleria de Salut i Consum de les Illes Balears que confirma que el servicio de aceite de oliva virgen extra en envasos convencionales -como la botella o lata- en establecimientos de restauración es sanitariamente seguro y correcto mientras se sigan medidas de prevención como la desinfección con productos de tipo TP4 y bayetas de un solo uso de los envases entre cliente y cliente.

Este protocolo permitirá a los elaboradores de Oli de Mallorca reactivar la distribución en los canales de restauración y garantizar que el consumidor tenga a su disposición aceite de oliva virgen extra de caliadad elaborado con todas las garantias en Mallorca.