Ayer hicimos una cata diferente a las que ofrecemos habitualmente. Con la colaboración de ONCE Balears nos propusimos agudizar los sentidos con una cata a ciegas en la que personas con discapacidad visual y videntes compartieran sus sensaciones al probar aceites de oliva virgen extra de Oli de Mallorca.
Cubiertos sus ojos con un antifaz, todos y cada uno de los catadores partieron en igualdad de condiciones para realizar una cata comentada sobre cuatro aceites de oliva virgen extra de la DO Oli de Mallorca: tres monovarietales (arbequina, mallorquina y picual) y un coupage, centrándose en su sentido del olfato, gusto y también tacto a través de la lengua, para descubrir la riqueza de aromas que atesoran los zumos de aceituna de calidad, así como los matices que caracterizan cada una de las variedades.
Al finalizar la cata, la actividad prosiguió con una visita guiada a Oleo, la exposición de la artista mallorquina Mònica Fuster que ocupa el antiguo depósito de aceite del Casal Solleric, en cuya producción la denominación de origen Oli de Mallorca ha colaborado.
La cata, que tuvo lugar en el Casal Solleric reunió entre otros al el presidente de la DO Oli de Mallorca Sebastià Solivellas; el delegado territorial de la ONCE en Balears, Josep Vilaseca; la jefa del departamento de Servicios Sociales de la ONCE Balears, Alejandra Luque; Tiffany Blackman también del consejo regulador; la cocinera Maria Solivellas; el periodista gastronómico Tomeu Font y la artista Mònica Fuster.