Oli de Mallorca en colaboración con los comerciantes de la plaça del Banc de l’Oli ha organizado la primera Fira de l’Oli, regresando a este enclave su papel de principal punto de comercialización de aceite de oliva de la isla.
Durante toda una jornada elaboradores del consejo regulador pusieron al alcance de los numerosos visitantes que se acercaron al mercado sus aceites de oliva virgen extra de las variedades mallorquina, arbequina, picual y empeltre, los cuales junto a otros productos de factura local hicieron las delicias de los amantes de la gastronomía de calidad.
Como actividades complementarias, los más pequeños pudieron participar en la confección del retablo del Virgen Extra, un guiño al que antaño ocupaba el Banc de l’Oli dedicado a la Mare de Déu, mientras que el grupo Monkey Doo se encargó de amenizar la fiesta con su música.
Rememorando la tradición aceitera del Banc de l’Oli
Desde el año 1496 al 1860 todo aquel que deseaba proveerse de aceite de oliva acudía al Banc de l’Oli, lugar al que llegaba el aceite de las almazaras de las possessions productoras de la isla.
Alli, bajo un porche cubierto, se distribuían los vendedores con sus odres de aceite junto a los que disponían una escudilla con el fin de los clientes lo pudieran degustar.
Para la ejecución de este mercado, Oli de Mallorca ha contado con el apoyo del Ajuntament de Palma, Direcció Insular de Foment de l’Economia Local del Consell de Mallorca, Conselleria de Medi Ambient, Agricultura i Pesca, PDR, Ministero de Agricultura y Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural.
